Tras despertarnos en el interior del Manyara, rodeados de las manadas que pasan la noche junto al lodge, saldremos en busca de los más imponentes animales del Serengeti.

Nos gusta decir que un safari no se mide por el número de animales que hemos visto, sino por aquellos momento mágicos que tengamos la suerte de vivir. Un amanecer viendo una manada de leonas tratando de alimentar a sus crías, almorzar en algún humedal donde antílopes y ñus sacian su sed o un atardecer junto a una familia de elefantes, son solo algunos ejemplos de esos momentos que nos gustaría que vivierais con nosotros.

Pasaremos todo el día dentro del cráter, tratando de encontrar los momentos más puros que este lugar puede esconder. Por la mañana, a primera hora, es normal que el Ngorongoro amanezca bajo un manto de niebla, característico del mismo y que hace que las vistas sean impresionantes. Trataremos de buscar un sitio especial para disfrutar de un almuerzo en compañía, por qué no, de una manada de elefantes o quizá viendo una familia de hipopótamos.

Más tarde, dejaremos atrás el cráter con destino el Arusha, donde pasaremos la noche, antes de volar a un nuestro siguiente destino, Zanzibar.